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lunes, 27 de octubre de 2025

Escenas míticas del cine (CDXLVII)


Si hay una comedia romántica por excelencia de Woody Allen, esa es Annie Hall, de 1977. Aquí será un momento clave de su filmografía, ya que si bien su primera etapa era más disparatada, no exenta de genialidad, con referentes en Bob Hope o los Hermanos Marx, será en esta cinta donde manteniendo la fidelidad a su comicidad basada en sus típicas neuras, deseos y miedos, cobró más seriedad en el asunto de las relaciones y de las reflexiones de sus personajes siempre urbanitas.
Aquí Allen interpreta a Alvy Singer, un cómico judío y cuarentón de Brooklyn, New York, que se enamora de Anni Hall (Diane Keaton). Él trabaja de cómico en clubs nocturnos, y ella es una tímida cantante que no se atreve a dar el paso definitivo. Después de un tiempo juntos, reflexiona sobre su vida, rememorando sus amores, etc., pero sobre todo su relación con Annie que le marcó mucho. Al final llegará a la conclusión de que son sus manías y obsesiones las que arruinan su relación con las mujeres.
En una escena mítica los dos vienen de jugar al tenis, y Alvy le dice a ella lo bien que juega al tenis, aunque le dice lo mal que conduce, lo bien que viste a lo progre, su corbata (que ella dice que se la dio su abuela), etc., vamos que ella le invita a subir a su casa y allí ve y comenta todo lo que ve, fotos, libros...


Os dejo con la mítica escena.

martes, 14 de octubre de 2025

13º Aniversario de My Kingdom for a film.


Hace ya 13 años, tal día como hoy, inauguré este blog en el que hablo sobre cine, películas, cortos, series, escenas míticas, escenas cómicas, estrenos de cine, bandas sonoras, noticias, etc...
Es cierto que cuando inicié esta aventura, con expectativas muy modestas, la cosa era complicada, pero con el paso del tiempo, el trabajo, los posts realizados y demás, la respuesta es bastante sentida y sobre todo se comparten opiniones de todo tipo.
Quiero dar las gracias a todos, a blogeros que son seguidores, comentaristas y lectores, a los no blogeros que también comentan y leen, a los blogeros que sólo leen, a los que sin ser blogeros se hicieron seguidores, a los que no son ni blogeros ni seguidores, pero se pasan a leer o comentar, a aquellos que sólo leen aunque no digan nada, e incluso a aquellos que sólo se pasan a criticar pero educadamente, claro. Y desde luego ya desde el asunto de la pandemia que no fue fácil, ya hemos recuperando bastante aquello de ir al cine, durante un tiempo ha sido difícil, el séptimo arte lo merece y creo que ya estamos en los ritmos de antes.
Aparte de estadísticas, de si te visita más o menos gente, de si hay más o menos comentarios, lo importante es que el cine sigue muy vivo, se siguen haciendo grandes películas, claro que lo necesitamos y aquí vamos comentando sobre lo que un servidor puede ver.


Arnold  Scharzenegger es un gran seguidor de este espacio y la devoción obviamente es mutua, siempre a los pies de un crack como él. Otro año más y parece increíble, hablando de estrenos fulgurantes, noticias, películas, cortos, manteniendo mis viejas secciones de escenas cómicas y escenas míticas, y alguna seminueva como las bandas sonoras míticas, en definitiva un trabajo constante del que estoy muy orgulloso y quería compartir con todos. Además sigue vivo mi viejo blog de música, aún más veterano.
Aún recuerdo el primer post hablando de la película Drive, que me impulsó de manera definitiva a hablar de cine a día de hoy, una de tantas películas que me dejó huella.


Hoy es un día de celebración, pero quiero tener un recuerdo para esa gran actriz Dian Keaton, que nos dejó el pasado domingo 12 de octubre a los 79 años. Diane saltó a la fama con El Padrino con el papel de Kay Adams en 1972, la mujer de Michael Corleone, ganó un premio Óscar por su papel en Annie Hall y se hizo con dos Globos de Oro y un Bafta. También fue conocida por su trabajo en films como Rojos, Cuando menos te lo esperas..., La habitación de Marvin, El padre de la novia o El club de las primeras esposas, a parte de la segunda y tercera parte de El Padrino, obviamente.
Si hay una comedia romántica por excelencia de Woody Allen, esa es Annie Hall, de 1977. Aquí será un momento clave de su filmografía, ya que si bien su primera etapa era más disparatada, no exenta de genialidad, con referentes en Bob Hope o los Hermanos Marx, será en esta cinta donde manteniendo la fidelidad a su comicidad basada en sus típicas neuras, deseos y miedos, cobró más seriedad en el asunto de las relaciones y de las reflexiones de sus personajes siempre urbanitas.
Aquí Allen interpreta a Alvy Singer, un cómico judío y cuarentón de Brooklyn, New York, que se enamora de Anni Hall (Diane Keaton). Él trabaja de cómico en clubs nocturnos, y ella es una tímida cantante que no se atreve a dar el paso definitivo. Después de un tiempo juntos, reflexiona sobre su vida, rememorando sus amores, etc., pero sobre todo su relación con Annie que le marcó mucho. Al final llegará a la conclusión de que son sus manías y obsesiones las que arruinan su relación con las mujeres.
En una escena cómica ambos están en una librería, y Alvy escoge libros acerca de la muerte para regalárselos a Annie, un asunto con el que dice estar obsesionado, y su visión pesimista de la vida donde considera que hay cosas u horribles o miserables...

Os dejo con la escena.

jueves, 27 de febrero de 2025

Escenas míticas del cine (CDII)


En 1974, Francis Ford Coppola realiza la segunda parte del Padrino, basado igualmente en la novela de Mario Puzo. Aquí se desarrolla la continuación de la historia de los Corleone, por medio de dos historias paralelas, primero la elección de Michael Corleone como jefe de los negocios familiares y por otro los orígenes del patriarca, el ya fallecido Don Vito a quien da vida un inmenso y muy joven Robert de Niro, primero en Sicilia y luego en Estados Unidos, donde empezando desde abajo llegó a ser el capo de la mafia de New York.
Aquí suceden hechos realmente importantes en el devenir de la familia, y la película relata el reinado de Michael con todos sus problemas, y su manera de manejar todo.
En una escena inolvidable que en la cinta recrea la noche del 31 de diciembre de 1958 en La Habana, los protagonistas son Michael Corleone (Al Pacino) y Fredo Corleone (John Cazale). Ambos han transitado un largo camino en la ciudad cubana, que les lleva a descubrir una traición que cambiará para siempre la historia de la poderosa familia. Mientras los invitados empiezan a abrazarse y desearse feliz año, en el fondo se ve a Fulgencio Batista, el anfitrión y dictador de la isla cubana, quien manejó sus designios durante casi una década con mano dura. En ese mismo instante Michael busca a Fredo, le toma del cuello y le besa en la boca mientras le dice "Sé que fuiste tú, ¡me destrozaste el corazón!". Es así como Michael descubre a su hermano, quien había mandado a unos matones a matarle en su propia casa. Mientras tanto, un matón de la familia intenta cargarse a Hyman Roth sin éxito.
Pero todos esos acontecimientos provocan que el matrimonio de Michael se tambalee, y su mujer Kay empiece a alejarse bastante de él. En una escena sin diálogos (no hacen falta), Michael llega a su casa, le abren la puerta al coche, se baja del mismo, ve el coche de juguete del niño lleno de nieve sin nadie y entra en la vivienda donde no hay nadie (los niños no están) y sólo suena el ruido que hace la máquina de coser de Kay, que está cosiendo, una tremenda escena que escenifica el divorcio creciente en la pareja.


Os dejo con la mítica escena.

domingo, 13 de septiembre de 2020

Escenas míticas del cine (CXLVII)


Si hay una comedia romántica por excelencia de Woody Allen, esa es Annie Hall, de 1977. Aquí será un momento clave de su filmografía, ya que si bien su primera etapa era más disparatada, no exenta de genialidad, con referentes en Bob Hope o los Hermanos Marx, será en esta cinta donde manteniendo la fidelidad a su comicidad basada en sus típicas neuras, deseos y miedos, cobró más seriedad en el asunto de las relaciones y de las reflexiones de sus personajes siempre urbanitas.
Aquí Allen interpreta a Alvy Singer, un cómico judío y cuarentón de Brooklyn, New York, que se enamora de Anni Hall (Diane Keaton). Él trabaja de cómico en clubs nocturnos, y ella es una tímida cantante que no se atreve a dar el paso definitivo. Después de un tiempo juntos, reflexiona sobre su vida, rememorando sus amores, etc., pero sobre todo su relación con Annie que le marcó mucho. Al final llegará a la conclusión de que son sus manías y obsesiones las que arruinan su relación con las mujeres.
En una escena bestial, él y Annie guardan cola en el cine (Woody ha mostrado siempre un respeto enorme por el séptimo arte), mientras un pedante se las da de listo acerca de la obra de Marshall McLuhan, pero es entonces cuando Alvy se saca de la manga al propio Marshall en persona para ridiculizar al tipo.


Os dejo con la mítica escena.

viernes, 15 de abril de 2016

Escenas míticas del cine (XXXIX)


En el año 1972, Woody Allen dirige y protagoniza Sueños de un seductor, donde interpreta a Allan Felix, un cinéfilo que sufre una extraña y recurrente alucinación que consiste en que Humphrey Bogart le da consejos sobre cómo seducir a las mujeres. Dick y Linda (Tony Roberts y Diane Keaton), un matrimonio amigo suyo, le presentan a varias chicas, pero su alarmante falta de confianza en si mismo hace que sus citas, sean un fracaso detrás de otro.
En una escena mítica en un museo, Linda le anima a hablar con una chica (Diana Davila) que está mirando un cuadro de Jackson Pollock, que la chica define como negativo del universo, el vacío solitario de la existencia, etc., a lo que Allan pregunta que hace el sábado por la noche, a lo que contesta que suicidarse... la respuesta de Allan en forma de nueva pregunta es chanante.


Os dejo con esta mítica escena.