Mostrando entradas con la etiqueta James Stewart. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta James Stewart. Mostrar todas las entradas

miércoles, 30 de septiembre de 2020

Escenas míticas del cine (CLI)

Otto Preminger dirige en 1959 Anatomía de un asesinato, un impresionante drama judicial, en el que se cuenta la historia de Fredrick Manion (Ben Gazzara), un teniente del ejército que asesina fríamente al presunto violador de su mujer Laura (Lee Remick). Ella contrata como abogado defensor a Paul Biegler al que da vida el siempre excelente James Stewart, un honrado y humilde hombre de leyes de una pequeña ciudad. Y aquí he de hacer un inciso, ya que la carrera de James Stewart, está siempre llena de personajes que transmitían bondad y buenos sentimientos, lo que podríamos resumir como un buen hombre, no recuerdo papeles donde interpretara personajes de dudosa moral (quizás como mucho en Dos cabalgan juntos de John Ford), y cuidado esto no significa para nada que estuviera encasillado, una carrera de papeles tan variados como la suya donde había westerns, thrillers, etc., junto a los mejores directores y de un nivel tremendo. Pero en esta película su personaje está en época de vacas flacas, y decide aceptar un caso de asesinato en el que en principio tiene casi todo en contra, y utiliza todas las argucias posibles para defender a un verdadero culpable. Tal es así, que en el juicio se reflejarán todo tipo de emociones y pasiones, desde los celos a la rabia. 

En una escena muy brillante, Paul le pregunta a Laura quien tiene las bragas que supuestamente el violador le arrancó, y ella le contesta que no las encontraron, a pesar de ir con la policía a buscarlas. Laura se insinúa a Paul, pero en un alarde de inteligencia, él le recuerda que su marido Frederick está mirándolos por la ventana...

Os dejo con la mítica escena.

martes, 24 de diciembre de 2013

It's a wonderful life (1946)

 Cartel del film

 
 
 
En 1946 Frank Capra dirige este canto a la vida en fechas navideñas. Clásico norteamericano total, la película más emitida en ese país en éstas fechas, protagonizada por James Stewart y Donna Reed.
El film comienza el día antes de nochebuena, cuando por las peticiones recibidas por los habitantes de un pequeño pueblo de Bedford Falls, una corte celestial se reúne para cumplir con lo que le piden en aquel pequeño pueblo, que no es otra cosa que se acuerden de George Bailey (James Stewart) y le ayude a ser feliz. San José encarga el trabajo de enviar a George a Clarence, un ángel de segunda clase, que lleva más tiempo intentando ganarse las alas. Antes de enviar a Clarence a la tierra, San José le muestra lo que ha sido en vida George.







 
George Bailey tuvo un sueño toda su vida, dejar el mísero pueblo en que le había tocado vivir, viajar por todo el mundo y estudiar una carrera universitaria. Pero el destino, la fortuna esquiva y el estar dispuesto siempre a hacer lo que es correcto le impiden llevar a cabo su sueño. George es un honrado y modesto ciudadano que dirige y mantiene a flote un pequeño banco familiar, a pesar de los intentos de un poderoso banquero por arruinarlo.
El día de Nochebuena de 1945, abrumado por la repentina desaparición de una importante suma de dinero, que supondría no solo la quiebra de su banco, sino también un gran escándalo, decide suicidarse, pero cuando está a punto de hacerlo ocurre algo extraordinario.





 
No hay mejor película que refleje el día de hoy, sin duda, además tiene todos los ingredientes de la situación actual, bancos perversos, gente al borde del abismo, y personas como George, encarnada por el siempre bueno James Stewart (no le he visto hacer de malo nunca en ningún papel) que siguen existiendo, a pesar de los pesares. Gran cuento de Navidad, con interpretaciones de altura.
 
Disfrutad de ésta ya clásica película.
 
 

sábado, 21 de septiembre de 2013

Rope (1948)

Cartel del film


Y volvamos con el maestro del suspense, Alfred Hitchcock, en una de sus películas que logran por momentos alcanzar la perfección, o por lo menos se le acerca. Quizás sea el mayor capricho del cineasta inglés, ya que se trata de una película de un único escenario (el interior de un apartamento) que Alfred (quien por primera vez se hacía cargo de la producción en solitario) pretendió rodar un único plano y en tiempo real. Eso la hace única en su filmografía, y también el hecho de que fue la primera en color. La soga está rodada en 10 planos secuencias de 8 minutos, justo la cantidad de película que podía soportar la cámara. Las transiciones entre dichos planos son sutiles durante el metraje de la película, utilizando elementos como las chaquetas de los actores.
  
 Farley Granger, James Stewart y John Dall

 
Dos compañeros de piso y estudiantes, Brandon y Phillip (John Dall y Farley Granger), asesinan (con una soga, por supuesto) a su otro compañero de piso, David (Dick Hogan), para demostrar que el crimen perfecto es posible. Tras el asesinato, ocultan el cuerpo en un baúl, poco antes de que empiece la fiesta que habían organizado en su apartamento a la que están invitados, entre otros, los padres de David, su prometida, y el ex novio de la misma y amigo común. Un invitado destacará por encima de los demás. El antiguo tutor de instituto de los tres compañeros, Rupert (James Stewart) que es un hombre extréncico y extremadamente inteligente, el único realmente capaz de llegar a sospechar algo de un asesinato milimétrico y cuidado al detalle. A medida que transcurre la fiesta y todos los invitados se preguntan dónde esta David, las sospechas empiezan a despertarse, el ambiente se enrarece y los nervios se desatan... El resultado es, como cabría esperar de Hitchcock, una velada inolvidable.
 

                                                     
Disfrutad de esta obra maestra.