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sábado, 25 de abril de 2020

Escenas míticas del cine (CXXX)


Christopher Nolan dirige en 2008 El Caballero Oscuro, su obra cumbre de la trilogía sobre Batman, que empezara a un altísimo nivel con Batman Begins dos años antes, pero que aquí por diversas cuestiones supera y alcanza la excelencia. Aquí expande sus grandes cualidades y se abre totalmente en un lucimiento espectacular. Desde la escena inicial del atraco a un banco,  el film no decae ni un sólo instante, haciendo que mantengas la atención sin pestañear todo el metraje, con un ritmo trepidante, un montaje bestial y una fotografía fuera de serie, que además se irá tornando oscura hacia la parte final.
El choque que se produce entre Batman (Christian Bale) y el Joker (Heath Ledger) es brutal, ya que ambos se rigen por principios que les obligan a no acabar de forma voluntaria con el otro. Aquí Bruce Wayne es más humano y no puede permitirse dejar morir a los villanos, los necesita. En este punto, Joker es una bomba de relojería a punto de explotar, algo impredecible, como un accidente que puede suceder en cualquier momento. El trabajo de Heath Ledger fue colosal, haciendo de un Joker llevado continuamente por una locura controlada, que le hacía ser enormemente peligroso. 
Batman es el azote de la delincuencia en Gotham, y será el Joker quien proponga a la mafia de la ciudad acabar con el hombre murciélago. Pero al final, después de volver a salvar a la ciudad de los malos, él no es un héroe, y así se lo hace saber a Gordon (Gary Oldman) en la escena final, es un guardián silencioso, un protector vigilante... un caballero oscuro. 


Os dejo con la mítica escena final de El Caballero Oscuro.

miércoles, 4 de diciembre de 2019

Midway (2019)


Roland Emmerich es el director de Midway, un cineasta alemán al que le han llovido palos de toda clase y condición por muchas de sus cintas anteriores. Hablamos del director de Soldado Universal, Godzilla, Independence Day o 2012, en tono grandilocuente o catastrofista, o más serias como El Patriota. Pero es precisamente, en la onda seria de esta última, en la que ha enfocado Midway. Y no nos olvidemos de que tiene una gran calidad y sabe dar forma a historias como gusta en Hollywood.
Y aquí se mete en una historia de la que ya hay muchos antecedentes, pero que él convierte en puro espectáculo y con un sabor vintage que le queda realmente fastuoso, una mezcla de antiguo y moderno que alcanza momentos de excelencia.


Es importante reflejar una cosa que se dice al inicio, que está basada en hechos reales, pero claro siempre te queda la duda, los hechos reales para los ganadores son unos y para los perdedores son otros. Pero si he de mojarme, diré que el relato aquí es bastante fidedigno y se explican claves fundamentales de todo lo que sucedió tanto en el ataque japonés a Pearl Harbor, que recordemos está en Hawai, como las posteriores reacciones de todo tipo de Estados Unidos, y un amplio desarrollo de la decisiva Batalla de Midway. Pero la primera escena se desarrolla en Japón en 1937, y da muchas pistas del porqué del conflicto.
Sólo ya la escena del ataque a Pearl Harbor es una gozada visual, pero eso irá a más hasta explotar de manera grandilocuente en la mítica batalla del pacífico.
Por si fuera poco el reparto es brutal, Ed Skrien, Patrick Wilson, Luke Evans, Dennis Quaid (¡cómo está de mayor!), Woody Harrelson (excelso), Aaron Eckhart, etc., cuya labor es muy buena, aunque la construcción de los personajes les lleva a explotar los tópicos y no aportar mucho.


Pero el Señor Emmerich, y esta es la gran virtud del film, ha hecho un tratamiento de la acción realmente brillante con unas batallas aéreas de lo mejor que se ha visto, que tienen una precisión, un ritmo y una devoción a su vez, absolutamente brutales. Evidentemente la tecnología del siglo XXI ayuda y la sabe aprovechar al máximo. Eso provoca que la narrativa quede algo coja, y no por su rigor histórico que diría es del 100%, sino porque la diferencia de intensidad y clímax entre las escenas bélicas y el resto de escenas es importante, aunque he de decir que incluso eso se lo perdono, porque con las batallas aéreas disfruta uno como un niño con zapatos nuevos.


En última instancia me parece un gran acierto el homenaje (que ya se lo merecían) que tienen en este film los criptógrafos, que ayudaron de manera decisiva y clave a la victoria en la batalla de Midway descifrando los mensajes en clave de el ejército nipón, lo que fue fundamental para saber cuando y donde atacarían, y poder así preparar una respuesta con trampa incluida, teniendo una flota marina de menos portaaviones que la japonesa y estando en clara inferioridad a priori. Los detalles de aviones, acorazados, submarinos, portaaviones, cazas, etc., están cuidados al máximo, y también el desarrollo exacto de la batalla, que en muchos momentos hacía que te sintieras dentro de ella, con lo que eso supone.


Os dejo con el tráiler del film.

martes, 26 de marzo de 2019

Escenas míticas del cine (XCIV)


Christopher Nolan dirigió en el año 2008 El Caballero Oscuro, continuación de Batman Begins. Aquí expande sus grandes cualidades y se abre totalmente en un lucimiento espectacular.
El choque que se produce entre Batman (Christian Bale) y el Joker (Heath Ledger) es brutal, ya que ambos se rigen por principios que les obligan a no acabar de forma voluntaria con el otro. Aquí Bruce Wayne es más humano y no puede permitirse dejar morir a los villanos, los necesita. En este punto, Joker es una bomba de relojería a punto de explotar, algo impredecible, como un accidente que puede suceder en cualquier momento.
El trabajo de Heath Ledger fue colosal, haciendo de un Joker llevado continuamente por una locura controlada, que le hacía ser enormemente peligroso. En una escena mítica va a ver a Harvey Dent (Aaron Eckhart), el alcalde que se ha quedado con medio rostro desfigurado por la explosión de gasolina cuando les secuestró el Joker, y que se recupera en el hospital. Allí le explica que basicamente él está hecho para provocar el caos, siendo él un agente del caos.


Os dejo con la mítica escena.

viernes, 4 de noviembre de 2016

Sully (2016)

Cartel del film

Primera vez que Clint Eastwood dirige a Tom Hanks, y la verdad es que la conjunción no ha podido ser más perfecta. Clint lleva una tirada de películas últimamente, en las que mezclaba muy buenas con alguna normalita, pero les faltaba algo para decir que eran impresionantes, por uno u otro motivo, pero aquí en Sully ha vuelto a la grandeza.
En este caso y basado en el guión de Todd Komarnicki, adaptado del libro de Chelsey Sullenberg y Jeffrey Zaslow, el eje argumental se articula sobre si el amerizaje que se vio obligado a realizar el piloto Chelsey "Sully" Sullenberg sobre el Río Hudson, fue correcto o no.


Los hechos sucedieron el 15 de enero de 2009, cuando un Airbus 320 iniciaba lo que era un vuelo doméstico de New York a Charlotte, y al poco de despegar del aeropuerto de La Guardia tuvo un choque con un grupo de aves, lo que inabilitó los dos motores del avión y tuvo que planear intentando regresar al aeropuerto de partida o a otro próximo, pero ante la imposibilidad de hacerlo, el comandante Sully (Tom Hanks) se vio obligado a amerizar sobre el Río Hudson en pleno invierno, y lo que es más alucinante, los 155 pasajeros, incluida la tripulación, salvaron la vida. Al principio todo el mundo le convirtió en héroe, pero pronto empezaría un calvario para Sully, con la investigación que tenía que determinar lo sucedido.


La cuestión es la de siempre, muchas indemnizaciones que pagar y Sully es el objetivo claro donde echar las culpas, acusándole por varios frentes de si hizo lo correcto. La NTSB, encargada de la investigación, ponía en tela de juicio si Sully actuó correctamente o no, al tomar la decisión que tomó. Es ahí donde reluce el papel de Tom Hanks en un papel dramático, donde sufre, tiene dudas internas, y en todo momento está respaldado por su compañero Jeff Skiles (Aaron Eckhart), pero además tiene flashbacks de todo lo que ha aprendido en su vida como piloto, y su formación militar que tanta base le dio.


Es ahí, donde Hanks aporta su maestría interpretativa y consigue que en todo momento estés pendiente de su evolución, y mantiene la tensión dramática en todo instante. Pero en el film, como ya dije antes, se plantean las dudas sobre si Sully actuó bien o no, y él mismo será el encargado de demostrar que en aquellos escasos 208 segundos, tomó la mejor decisión posible. Y también se nos muestra como él mismo, será el encargado de demostrar en la vista correspondiente, que las simulaciones de lo sucedido debían adaptarse más a la realidad de una situación imprevisible y para la que no estás preparado en teoría.


Es cuando ya la película está encauzada, donde Eastwood se pone a los mandos del asunto para con un corte clásico habitual en él, llevarla a buen puerto con su maestría habitual y dejarnos asombrados. De hecho, en una situación así, es fácil dejarse llevar por la espectacularidad en lo visual, que ha de haberla, pero también en centrarse en pequeñas historias de los pasajeros, unos asuntos, que magistralmente Clint logra que funcionen, y sobre todo dejando claro que lo que más le importaba a Sully es que los 155 pasajeros estuvieran a salvo.


Brutal reconstrucción de lo que pasó, incluso en el final del film, sale el auténtico protagonista de lo que, sin duda fue, una hazaña aérea sin precedentes hasta entonces. Y para rematar, el film dura 96 minutos, no hace falta más, a veces se abusa de películas de más de dos horas a las que les sobra minutaje, aquí es perfecto.

Os dejo con el tráiler del film.