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jueves, 26 de mayo de 2022

Muere Ray Liotta a los 67 años de edad.

Hemos conocido la noticia de la muerte del actor norteamericano Ray Liotta a los 67 años de edad en República Dominicana, donde se encontraba rodando la película Dangerous waters. El motivo del fallecimiento se desconoce, pero lo único que ha transcendido es que se produjo mientras dormía. Nacido el 18 de diciembre de 1954 en New Jersey, fue adoptado a los seis meses por Mary, una secretaria, y Alfred Liotta, dueño de una tienda de piezas para automóviles y presidente del partido demócrata local. Él se enteró de niño que era adoptado y ya mayor contrató a un detective privado encontrando a su madre biológica a principios de siglo. Sus padres adoptivos eran de ascendencia italiana él y escocesa e irlandesa ella. Después de investigar y hablar con su madre verdadera, descubrió que su ascendencia era mayoritariamente escocesa, además de tener bastantes hermanastros y hermanastras.

Liotta debutó en 1978 en la serie televisiva "Otro mundo" participando en más de treinta capítulos. Tras aparecer en otras series, saltó a la gran pantalla en 1983 con "Chica solitaria", para luego estar en producciones mayores como "Algo salvaje" (1986) o "Campo de sueños" (1989), pero todo cambió con el punto de inflexión que fue para él en 1990 "Uno de los nuestros" cinta de criminales dirigida por Martin Scorsese. Participó en muchas películas ya como actor consagrado tales como "Escape de Absolom" (1994), "Cop Land" (1997), "Hannibal" (2001), "Narc" (2002), "Identidad" (2003), "Ases calientes" (2006), "Cerdos salvajes" (2007) o "The iceman" (2012), esta última donde recuperaba un papel de mafioso que siempre le iba al pelo. Además siguió trabajando en televisión, llegando a ganar un Emmy al mejor actor invitado por su interpretación en Urgencias. Era un trabajador incansable, y los últimos años no paraba, había participado en películas como "Historia de un matrimonio" o "El Halloween de Hubie", teniendo varias producciones pendientes de estreno como "Black Bird" o "Cocaine Bear".


Su rostro mineral, levemente picado por los restos de la pubertad y sus ojos de azul muy puro conquistaron a todo el mundo en Uno de los nuestros, con su papel de Henry Hill. En este film cristalizan todas las obsesiones, todos los logros narrativos y estilísticos, todas las ramificaciones temáticas que durante décadas Scorsese fue atesorando y haciendo crecer en su interior. Un film de gángsters de origen italiano cuyas ambiciones y pretensiones quedan perfectamente reflejadas en la película. La primera frase del film (que dice Henry que es el narrador) es: "Que yo recuerde, desde que tuve uso de razón, quise ser un gángster". Una de las obras cumbre del género de mafiosos, una cinta trepidante e intensa, dónde Robert de Niro, Joe Pesci y Ray Liotta llevan el peso de los papeles más importantes. Como anécdota, la palabra "fuck" es usada en 300 ocasiones durante la cinta.
Y ahora me refiero al personaje de Ray Liotta, Henry Hill, el que me daba más repeluco, un tipo que tenía la casa a nombre de la suegra, los coches a nombre de su mujer, sus carnets de la Seguridad Social y de conducir eran falsos, nunca votaba y nunca pagaba impuestos, un fiera que iba de gorra a todos los sitios y siempre a lo mejor y más caro, claro.
En una escena mítica lleva a su novia, que luego sería su mujer Karen (Lorraine Bracco), a un restaurante, paga a un chico para que le guarde el coche, entran por la parte de atrás y la cocina dando 20 dólares a todo el que se encuentra, para luego llegar al salón y ver como el director le saluda e inmediatamente le pone una mesa en primera fila, mientras suena la canción de The Crystals del tema Then he kissed me. Ella asombrada le pregunta a Henry en qué trabaja, y el responde: "en la construcción".

Os dejo en homenaje con la mítica escena.

jueves, 20 de enero de 2022

The Iceman (2012)

Ariel Vromen dirigió en 2012 The Iceman (El hombre de hielo), una historia basada en hechos reales y que gira en torno a Richard Kuklinski, un hombre que trabajó como asesino a sueldo para la mafia. Basada en el libro "The Iceman: The True Story of a Cold-Blooked Killer"  de Anthony Bruno, mientras Morgan Land y el propio director hicieron el guión con el libro como base y también con las entrevistas realizadas al auténtico Kuklinski para el documental "The Iceman Tapes: Conversations with a killer" de Jim Thebaut.
Michael Shannon da vida de manera espectacular a este peculiar criminal que mató a un número no determinado de entre 100 y 200 personas mientras llevaba una doble vida y se hacía pasar por un exitoso hombre de negocios, estaba casado y era padre de dos hijas, siendo un hombre ejemplar. El apodo de Hombre de hielo le vino porque solía congelar los cuerpos de sus víctimas para despistar a la policía sobre la hora de la muerte, cosa que no consiguió del todo. Nacido en Jersey en 1935, era hijo de inmigrantes polacos que sufrió el maltrato de su padre alcohólico junto a su hermano desde la infancia (papel del hermano que interpreta Stephen Dorff). Ya en la adolescencia mostró síntomas de agresividad ya que le gustaba torturar animales hasta la muerte, además de matar a un muchacho de su edad cuando tenía 14 años. En 1969 conoce a Deborah (Winona Ryder) cuyo nombre real era Bárbara, que se convertiría en su esposa y madre de sus hijos. Pasó de traficar con cine porno para una de las familias criminales más importantes de New York, los Gambino, a prestar sus servicios como asesino a sueldo para la mafia, siendo sus principales víctimas los deudores de apuestas o algunos importantes capos, llegó incluso a matar a Roy DeMeo, mafioso psicópata bajo cuyas órdenes perfeccionó aún más sus métodos de asesino. Utilizaba picahielos, mazos, pistolas, explosivos, hierros de neumáticos, ballestas, cianuro, roedores, y cualquier macabra idea que se le viniera a la cabeza para llevar a cabo sus trabajos. 


La historia comienza en el film en los inicios del romance entre Kuklinski y Deborah (dulce pero a la vez frágil) mostrándonos a un tipo alto, de complexión fuerte, enorme y de rasgos faciales duros, pero en cuya vida personal se desvive por la mujer que ama y la familia que crea. Es algo realmente increíble que entre los guionistas, el director y Michael Shannon consigan humanizar, todo lo que era posible, a uno de los personajes más peligrosos de la historia reciente de EEUU. Hablamos de un tipo de una sangre fría alucinante, y de la que se sirve para liquidar a sus víctimas sin el más mínimo escrúpulo. Lo verdaderamente increíble de la vida de este ser, es que mantenía una idílica imagen de familia perfecta, protegiendo a su esposa e hijas en una jaula de oro, con las máximas comodidades materiales y mintiendo descaradamente sobre el origen real de su fortuna. Como todo film basado en hechos reales se permite licencias, y en la cinta Richard tiene dos hijas, cuando realmente también tuvo un hijo que no sale en ningún momento.

Pero si algo me ha gustado y mucho de esta película, es el extraordinario retrato de todos los personajes que van saliendo en la historia, hasta los secundarios. El elenco es desde luego maravilloso, Ray Liotta encarna a Roy DeMeo, el mafioso asociado con los Gambino, y con el cual Richard tenía una deuda, que pagó aunque acabó trabajando para él. Liotta borda un personaje que no es difícil para él, si has hecho una película como Uno de los nuestros. Winona Ryder resucita en esta película (ya en Cisne negro volvió con ganas). También tenemos a David Schwimmer (el popular Ross Geller de la serie Friends) que da vida a Josh Rosenthal, amigo personal de Roy DeMeo y que trabaja para él, aunque a medida que avanza la historia empieza a provocarle más de un problema que acabará por tener que resolver el propio Roy en persona, está gracioso con el bigote y la coleta. Pero el actor que realmente me ha impactado ha sido el gran Chris Evans (El capitán América) al que no identifiqué hasta que se corta el pelo casi al final de la cinta, irreconocible con el pelo largo y bigote interpreta a Robert Pronge, quizás el personaje más sórdido junto al del protagonista principal, que era apodado Mr. Softee y que conducía un camión frigorífico. Este tipo enseñó a Kuklinski los diferentes métodos de utilización del cianuro para matar a las víctimas, le proporcionó la idea de congelar los cuerpos para eliminar rastros y también le enseñó a manejar granadas de mano detonables a control remoto (esto último dicho por Richard en la entrevista, no sale en el film).

No vamos a engañarnos, no se trata de un film que tenga la maestría en la dirección de un Coppola o un Scorsesse, ni mucho menos, ni la profundidad de obras maestras que tienen a la mafia como tema principal, pero si me parece que está acertado en una cosa que últimamente suele ser un pecado común en todos los estrenos, y es su duración que no llega a hora y tres cuartos, y en ese tiempo da tranquilamente para explicar las andanzas de este asesino peligrosísimo y que estuvo campando a sus anchas la friolera de casi 30 años. A finales de diciembre de 1986, la policía le tendió una emboscada a través de un agente infiltrado y consiguió detener a Kuklinski, que fue condenado a dos cadenas perpetuas, muriendo en la cárcel de Trenton, New Jersey, en 2006 de manera natural.


Os dejo con el tráiler del film.

sábado, 30 de junio de 2018

Escenas míticas del cine (LXXIV)


Como decía ayer Martin Scorsese dirige en 1990 una película de gangsters mítica, Uno de los Nuestros. En este film cristalizan todas las obsesiones, todos los logros narrativos y estilísticos, todas las ramificaciones temáticas que durante décadas Scorsese fue atesorando y haciendo crecer en su interior. Un film de gangsters de origen italiano cuyas ambiciones y pretensiones quedan perfectamente reflejadas en el film. La primera frase del film es: "Que yo recuerde, desde que tuve uso de razón, quise ser un gángster". Una de las obras cumbre del género de mafiosos, una cinta trepidante e intensa, dónde Robert de Niro, Joe Pesci y Ray Liotta llevan el peso de los papeles más importantes. Como anécdota, la palabra "fuck" es usada en 300 ocasiones durante la cinta.
Y ahora me refiero al personaje de Ray Liotta, Henry Hill, el que me daba más repeluco, un tipo que tenía la casa a nombre de la suegra, los coches a nombre de su mujer, sus carnets de la Seguridad Social y de conducir eran falsos, nunca votaba y nunca pagaba impuestos, un fiera que iba de gorra a todos los sitios y siempre a lo mejor y más caro, claro. En la escena final de la película ya está trincado y forma parte del Programa de Protección de Testigos por lo que en el juicio delata a Paul Cicero (A quién da vida Paul Sorvino) y a Jimmy Conway (Robert de Niro) el auténtico jefe del clan, y es ahí donde va narrando (es el narrador de todo el film) que ahora iba a tener la vida de un auténtico gilipollas, es decir, la de un pobre mortal, una gran putada vaya.


Os dejo con esta brutal escena, donde en un momento el propio Liotta, deja la escena del juicio y habla a la cámara, digamos que un símil de lo que había hecho toda su vida, lo que quería.

jueves, 6 de agosto de 2015

Escenas míticas del cine (XXXIV)



Martin Scorsese dirige en 1990 una película de gangsters mítica, Uno de los Nuestros. En este film cristalizan todas las obsesiones, todos los logros narrativos y estilísticos, todas las ramificaciones temáticas que durante décadas Scorsese fue atesorando y haciendo crecer en su interior. Un film de gangsters de origen italiano cuyas ambiciones y pretensiones quedan perfectamente reflejadas en el film.
En una escena mítica Jimmy (Robert de Niro) se encuentra con Henry (Ray Liotta), Tommy (Joe Pesci) y Frankie (Frank Sivero) en un bar en navidades para celebrar el éxito de su golpe de la Panam, que les reportó pingues beneficios, pero a Jimmy, tipo astuto y resabiado, no le gusta la actitud de algunos de la banda que empiezan a exhibir con lujosas compras el dinero robado.



Os dejo con esta mítica escena.

martes, 9 de septiembre de 2014

Escenas míticas del cine (XXVII)


En 1990 Martin Scorsese dirige Goodfellas, traducida aquí como "Uno de los nuestros" cuya primer frase del film es "Que yo recuerde, desde que tuve uso de razón, quise ser un gángster". Una de las obras cumbre del género de mafiosos, una cinta trepidante e intensa, dónde Robert de Niro, Joe Pesci y Ray Liotta llevan el peso de los papeles más importantes.
Madre mía como me recuerdan muchas fases de esta gran película, a situaciones que se viven en este país actualmente y desde hace años (Bárcenas, Gürtel, Urdangarín, etc.,) y en especial el personaje de Ray Liotta (Henry Hill) hijo de padre irlandés y madre siciliana, me parece totalmente vomitivo. La película se centra bastante en él, ya que a los trece años, Henry decide abandonar la escuela y entrar a formar parte de la organización mafiosa como chico de los recados y muy pronto se gana la confianza de sus jefes, gracias a lo cual irá subiendo de categoría.



En la escena de la que hoy hablo, Henry escucha la anécdota de Tommy de Vito (Joe Pesci) en el restaurante donde ya están de copas, la risa falsa de Ray Liotta es inolvidable y la broma que le gasta Joe Pesci también.

Disfrutad de esta mítica escena.